Hoy leerás esta pequeña anécdota, graciosa o no para muchos pero lo que si es seguro es que deja en análisis esa fracesita que todos hemos escuchado: «hasta en la eternidad…»
Marta es auxiliar de vuelo de una aerolínea pequeña, le encanta su trabajo, recordemos que estas damitas del aire siempre andan muy bien maquilladas y sonrientes, pareciera que nada les amarga, esto aplica 100% a esta chica en particular, ama lo que hace y siempre se encuentra atenta a las necesidades y deseos de los pasajeros.
Así que un dia, en un vuelo regular, un pasajero, con apariencia normal, si quizás un poco cabizbajo, le pidió a Marta que le resignara un asiento cerca de su amada esposa, insistentemente el señor le decía frases como:
-«señorita, por favor, déjeme ir al lado de mi esposa, tengo que estar con ella»-
-«Quiero viajar cerca de mi esposa»-
Marta le pareció que esta petición era tan apacible que debía hacer lo posible para complacer a esta persona, la mayoría de los esposos mas bien pedían lo contrario, ir alejados de esposas e hijos para disfrutar al máximo su vuelo.
Continuando con la solución, la auxiliar de vuelo le pidió a su otra compañera que la apoyara en buscar dos asientos vacíos y juntos para reubicar a esta pareja. Preguntaron al caballero:
-Señor, disculpe, ¿en donde está sentada su esposa?-
El solo señaló hacia la parte posterior del avión sin decir una sola palabra. destaquemos que el estaba en una fila 7 y el transporte cuenta con 33 filas en total.
Así, que las chicas comenzaron a preguntar a partir de allí, fila por fila, quien era la tan pretendida esposa, ya hasta la querían conocer.
-Disculpe, su esposo la busca adelante-…-Disculpe, ¿es usted la esposa del señor de la fila 7?-…
Todas las mujeres del avión negaban a las preguntas…
La jefa de Cabina al ver que la tripulación no terminaba de ubicar a los pasajeros por completo decidió buscar los dos asientos juntos e indicarle a sus compañeras.
Esto te parecerá simple pero la verdad un cambio de asiento es todo un protocolo dentro de un avión.
Marta victoriosa, busca al señor y le indica:
-Caballero, lo invitamos a dirigirse a la primera fila con su esposa-
El pasajero contento comenzó a reubicarse, no solo él, también tres grandes equipajes de mano que mas adelante tuvieron que buscarle espacio desesperadamente. y al final fue en busca de su amada esposa.
Para sorpresa de las auxiliares el señor se sentó abrazando una caja de madera (su esposa hecha cenizas) muy fuerte y comenzó a sollozar.

Él tan solo queria reubicarse unas filas mas atrás para estar cerca del maletero donde estaban las cenizas de su reciente esposa muerta.
Las chicas sorprendidas y apenadas, no sabían que hacer , ni capaces de preguntar si requería algún permiso sanitario o adicional para la caja. Solo se mantuvieron calladas durante el vuelo. A la final, Cumplieron con su trabajo, hacer felices a los pasajeros.
¿Falta de comunicación ?
¿Querer ser tan amable que terminas empeorando la situación?
¿Que opinan ustedes?
Emotiva anécdota.
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Que fuerte… muy interesante. ¡saludos!
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